Fragmento del capítulo tercero de la tercera parte
Dedicado a la construcción de
La Torre. En este capítulo, además de otras cosas, Caradoc Lord Howden se dirige a los que van a
intervenir en el proyecto y en la obra para, como él mismo dice, compartir
"con ustedes esas ideas de manera que les sirvan de guía y de inspiración
en todo momento."
…
El primero al que visitan es a Salvador Marín-Baldo, a
quien dan cuenta de lo tratado en París para la segunda beca de su hijo con Labrouste y las cautelas que hay que llevar para no causar el mismo mal efecto
que la primera vez. También hablan de la licencia y del proyecto de obras para
que no tenga ningún inconveniente en su tramitación e incluso sean ayudados por
los arquitectos y técnicos municipales, así como por los burócratas de la
administración municipal. Conciertan una entrevista con Leoncio Baglietto.
Caradoc tiene buen cuidado en centrar el tema en la cuestión artística y de
decoración, para que la conversación no se salga de él, con el consiguiente riesgo
de poner en cuestión toda la colaboración y el buen entendimiento. Marín Baldo
capta perfectamente el mensaje.
− Está bien −dice el alcalde− pero le
recuerdo que hablamos de otra opción, la de Millán.
− Es verdad, lo dilucidaremos en una entrevista que haremos a cada uno de los candidatos.
La
segunda reunión la tienen con los hermanos Zabálburu. Con el mayor, Mariano, que
oficia de pater familias y con el menor Francisco, muy joven, pero con
gran impulso y ambición por los negocios familiares.
Se
disculpan de la ausencia de Félix, también convocado y con especial interés por
parte de Caradoc. No ha podido asistir por problemas de salud, pero le aseguran
que todo lo que se trate le será comunicado fielmente.
Caradoc
empieza trasmitiéndoles lo hablado con Henri Labrouste, y el interés en
ayudarles para que con esta obra se implanten mejor en Murcia, particularmente
él, Félix, como atención a lo pedido por su maestro y por las referencias
valiosas que tiene de él. A cambio se ofrece a mediar con los grupos económicos
que representa. También les manifiesta su interés en que sean ellos los que efectúen
en Murcia toda la gestión de materiales. Les confirma de que es consciente de
su amplia y probada experiencia en el mundo de la construcción, e igualmente es
sabedor no sólo de los proyectos que albergan para la reconstrucción y readaptación
de un edificio en Madrid destinado a la ubicación de la biblioteca familiar como
legado, sino, sobre todo, de su experiencia local en el proyecto que llevan a
cabo, junto al plano de San Francisco en Murcia cerca del Arenal y del ayuntamiento.
Para lo cual han comprado y piensan derribar el viejo edificio del Teatro de la Cárcel Vieja, construir de nueva planta un edificio señero en la ciudad.
En esto
Mariano saca los planos del proyecto a la vista de Caradoc mostrando el espacio
central con la proliferación de entramados con vigas de madera visibles, aunque
sea en el interior. De lo que sabe que será del agrado de Caradoc, como
elemento no solo estructural sino decorativo. Por su amplia experiencia y
cultura centro europea, y vasca, del sur de Francia, junto con lo victoriano.
Caradoc
les expone su preocupación por que sea personalmente Félix quien se encargue de
la supervisión del proyecto y de las obras, y ellos de la provisión de
materiales y de suministros así como de la mano de obra, de su gestión y
dirección con maestros eficientes seleccionados por ellos. Les manifiesta que
es sabedor de su recelo ante su hermano, debido a sus criterios de excelencia
en la obra, sobre los de rendimiento económico. No quiere conflictos
familiares. Quiere que todo el talento de su hermano se vuelque en la
construcción. Si lo hacen, él sabrá compensarles en la construcción civil de
las obras del ferrocarril futuro y de la minería. Tanto en Murcia como en las
provincias vascas y en el resto del país, donde los intereses confluyan. Les
hace igualmente sabedores de que conoce sus conflictos de intereses con el
alcalde Marín Baldo. Son libres de hacer lo que estimen mejor al respecto, pero
eso no debe empañar lo más mínimo la ejecución de las obras. Quiere que el
palacio sea su joya en Murcia, por decirlo de alguna forma, el homenaje de amor
que hace a su amada Joaquina, a quien tendrán que informar puntualmente de los
proyectos y de la marcha de las obras, atendiendo sus deseos, que previamente
le comunicarán a él.
Les
expone que quiere sentirse como en su amada Inglaterra, por eso ha elegido el
estilo y el arquitecto victoriano. Aunque a muchos les extrañe ese estilo
arquitectónico en Murcia. Por eso ha mantenido un elemento propio de la tierra
que es la torre de los Puxmarín, como elemento de contraste que espera que se
armonice con la nueva obra. Pero el porche y las buhardillas son un elemento
consustancial. También el estilo neogótico, como elemento que inspire la
comunicación transcendente y mística de su amada para con el Altísmo. Ahí, ella,
debe de sentirse a gusto en sus oraciones. E igualmente debe de ser un marco de
solemnidad para los eventos de carácter litúrgico que ahí se realicen.
− Han de
quedar igualmente delimitados aspectos como son la jardinería y la construcción
lúdica y galante, como son la alberca y el templete que pienso construir. Los
motivos para estos son por una parte el barroco francés, piensen que mi
inspiración es mi nueva Diana Cazadora, y su émula Diana de Poitiers, figura que
encarna acrecentada la Señora Joaquina, así como los jardines encargados de su
diseño al máximo experto que existe en la actualidad, como ya lo demostró en
Grimston Park. Me refiero a Decimus Burton, que a través de John Young y de su
vástago en España John Edgard transmitirá ese estilo al proyecto. Aquél a
través de éste, llevará la iniciativa. Otra parte importante es la decoración.
Para esto cuento con Leoncio Baglietto, en la fachada y en los medallones, así
como en la distribución de ls obras de arte que, procedentes del legado
familiar llegarán de Inglaterra para decorar la casa.
» La administración
y la contabilidad quedarán supervisadas en todo por aquí mi mano derecha, el
señor Albaladejo. Quien despachará conmigo a diario. Ello incluye la
presupuestación y su estudio, que se ajustará en todo caso a los valores
corrientes actualmente en el mercado.
Caradoc
continúa con el detalle de sus planes, para finalmente insistir en sus compromisos
con Labrouste con respecto a Félix.
− Quiero insistirles sobremanera en que es muy importante para mi dar satisfacción a lo comprometido con Labrouste en París. Sobre todo, por mi vínculo con su autoridad y la consiguiente reputación de ambos, para también para dar satisfacción al regidor Marín Baldo en lo que respecta a la beca de su hijo con él. Eso nos dará seguridad e independencia para trabajar en la obra, no sólo para las licencias, que también, sino para que la rivalidad siempre latente con ustedes no aparezca en este tema y nos vaya a joder. Definitivamente hay que tenerlo contento.
»
Labrouste considera que favorecer a Felix con su desarrollo profesional no es
sólo un favor que le hacemos a él o a ustedes, su familia, es sobre todo un
favor que hacemos al desarrollo regional ante tanta incompetencia que él conoce
por referencias de alumnos que le llegan. Él considera a Félix un alumno muy
aventajado y un futuro arquitecto muy competente. Ya su graduación como
arquitecto y su proyecto fue muy bueno. También lo fue otro discípulo que me lo
recomendó, se trata de un magnifico estudiante igualmente murciano. Sería bueno que lo recuperasen, si
es posible, y me dieran razón para hacérsela llegar al maestro. El nombre completo del alumno ejemplar, y los
datos extraídos del registro de la École fueron – Les alarga una carpeta- Ramón
José Hervás, original de Cieza, Murcia. Fue recomendado el mismísimo Héctor
Horeau . Estuvo a partir de febrero de 1831 en la segunda clase de la École des beaux-arts. Fue
un alumno privilegiado. Al año siguiente, en los Concours scolaires
d’architecture de 1832 obtuvo una medalla con varios proyectos sobre una
clasificación metódica de ensamblajes metálicos y de sus aplicaciones a la
construcción de edificios, uno de los principales promotores de la utilización
del hierro como elemento constructivo. Lo digo aquí, a ustedes, por si lo
pueden encontrar y contratar para sus proyectos. Sería una buena adquisición. Después
no se supo nada más de él. Sólo que reapareció en la prensa como arquitecto de
origen español, en París, decorando una conocidísima boutique en la rue Vivienne.
» Insistió
en el caso de Félix. Con el argumento ya mencionado de que “no es tanto que le
ayudemos por él, sino porque ayudándole a él, en su país o en cualquier otro
sitio, se ayudan a ustedes los españoles y murcianos”. Eso fue lo que me dijo. Con
ello tendremos ocasión de contar con un artista magistral como creador y proyectista
del mismo tipo de trabajos que hace él en París y en general en Francia y en
Europa. De una obra con gran porvenir el uso del hierro y el cristal no solo
como elementos estructurales sino como elementos artísticos. En un nuevo tipo
de arquitectura de los edificios públicos, culturales, universitarios y de
servicios públicos. Sobre todo, teniendo en cuenta que ese será el ramo en el
que más trabajan y trabajarán ustedes., que sirven a los servicios públicos, el
transporte y la industria. También, y eso es fundamental, para las
construcciones que el moderno estado precisa: Bibliotecas, universidades, escuelas
y centros de la administración pública.
Con este
epílogo, Caradoc pone fin a la reunión emplazándolos para una siguiente en la
que ya tratarían aspectos concretos sobre el comienzo de las obras, a partir de
los proyectos, cuando estén concluidos. A lo cual los hermanos manifiestan su
conformidad. Sólo añadiendo que su presencia en Murcia si bien frecuente no es
permanente. De hecho, en esta época, no están casi nunca. sólo lo hacen esporádicamente,
el resto están en Madrid. Y en los casos en que están aquí, lo hacen ocupados por
sus actividades en la política y en la horticultura. Delegan para todo en su todopoderoso
hombre de confianza, Don Eustasio Ugalde Letona, y aunque está muy ocupado con
las numerosas supervisiones y administarciones de todos los bienes de los
Zabálburu en la provincia, pondrá especial atención para la construcción de la
Torre. Aunque, como es lógico, para ello nombrará varios maestros de obras y
encargados. Don Eustasio tiene las oficinas en la Plaza Ceballos, 20 junto al
Palacio de Floridablanca. Pero despacha a diario, cuando están en Murcia, con
los Zabálburu en el palacio que estos poseen en el soto del río, junto a lo que
era el Convento y huerto de San Francisco, ahora conocido como Plano de San
Francisco
En días
sucesivos se reúnen por separado con cada uno de los que tendrán
responsabilidad en el proyecto y en la obra: John Edgar Young, Félix Zabálburu,
ya repuesto de su dolencia, Baglietto y Mariano Zabálburu.
En la
primera de ellas, con John Edgar Young, ya cuenta con un boceto de cuál sería
la imagen de la edificación victoriana. Con un tejado a tres aguas, la cuarta
estaría truncada por la antigua torre, y con un porche. La planta sería en 302
metros de superficie interior que en dos plantas constituirían 604 metros cuadrados.
En las siguientes
ya cuenta con los planos y con la memoria técnica y a ella se van ajustando los
proyectos parciales de obras, jardineria, fachada y abastecimiento y
administración.
Por último, en el salón del Palacio de la Puxmarina, se celebra la reunión de todos a la que asisten John Edgar Young, Félix Zabálburu, Leoncio Baglietto y Eustasio Ugalde Letona en representación de Mariano Zabálburu. Y que cuenta naturalmente con la asistencia de Albaladejo, Caradoc y la propia Joaquina. A los que participan en la dirección de la obra y del proyecto acompañan el cada caso uno o dos ayudantes, excepto en el caso de Eustasio Ugalde y Félix Zabálburu que va acompañados por un grupo constituido por aparejadores y maestros de obras mas proveedores de materiales para la construcción.
− Aquí
tiene ustedes el alzado con la imagen de las fachadas de la construcción y las planta de los dos pisos con la
distribución de estancias y salones. En una carpeta aparte tiene los detalles
de los materiales constructivos. No hace falta que repase los detalles. Sí
quiero recalcar los aspectos principales con los que estoy comprometido por mi
ideal de lo que ha de ser la mansión y por lo que quiero ofrecer a mi bella
amada. En lo que sigue comparto con ustedes esas ideas para que les sirvan de
guía y de inspiración en todo momento.
» A la
finca se entraría, aprovechando lo que ya había, a través de una avenida,
sombreada por palmeras y entrelazadas plataneras que la convertirán en conjunto
en una pérgola natural. Hermosos rosales irían bordeando las sendas del jardín
y, entre ellos, parcelas con flores y granados cargados de sus vistosos frutos.
» Al
final, y a la izquierda de la mansión, se llegaría a una glorieta de hierro,
grande y fresca en un palacete techado, con una fuente de mármol rosa en el
centro. Tras ella, una alberca a la que aportará el agua una noria movida por
un burro o una mula. que la sacará, lenta y procelosamente en su permanente
girar, de la acequia que limita, en la parte norte, la propiedad.
» A
ambos lados de la vereda principal se conservará el bosquecillo de palmeras.
» Luego,
ya hablando con propiedad de la mansión, ésta debería de ser adecuada para
soportar el calor de verano y para ser calentada en invierno, con objeto de
disipar la humedad propia de la huerta en esa época. El buen gusto, la riqueza
y el refinamiento deberá mostrarse por todas partes. Y la construcción así deberá
ser construida para servir a ese fin. El mármol es el material que deberá
emplearse para pavimentar los dos pisos.
Igualmente deberán haber espacios y ángulos debidamente iluminados para
albergar las soberbias porcelana, los grabados ingleses sobre la caza del
zorro, de carreras de caballos y de escenas del desierto que traeré de
Inglaterra. Debería haber al menos cuatro espaciosos baños de mármol; también
una estancia para una espaciosa y espléndida biblioteca de seleccionados
volúmenes. En los ángulos de la casa y de la escalera debería haber espacios
para diversos y variados floreros, de manera que puedan ser provistos en
cualquier momento con frescas flores de la época. Todo ello debe proporcionar
un aire exquisito a una residencia donde la luz, la claridad y un agradable
clima cumpliesen su función, en una sempiterna primavera, de ser coherentes con
el ambiente de frutales y olorosas flores que rodearía la mansión.
» Por
último, vamos a lo principal, a la fachada. La fachada de una casa es su
rostro, el elemento que la identifica, que la hace singular y distinta del
resto. Pero también identificaa sus propietarios, habla de ellos. Es la parte
visible de nuestro hogar, nos
singulariza como propietarios, como moradores y habla de nuestro espíritu,
nuestros gustos y nuestras ideas. En este caso habla e identifica a mi amada
Doña Joaquina y a mí mismo. Por tanto trataremos en este encuentro, en primer
lugar, del aire general de la fachada y luego de los medallones que, cual
escudo de armas para los caballeros medievales, nos identifique, pero no de
forma agresiva sino amable y que metafóricamente rindan homenaje a la
diplomacia, al buen gobierno, al papel fundamental que tiene en todo ello una
mujer. He elegido para ese fin, como digo, como motivo dos imágenes que representen
al rey Francisco I de Francia y a su amada Diana de Poitiers. Ya saben de ello
ustedes y en particular el señor Baglietto, quien se encargará de la ejecución
de tan fundamental obra. No obstante, me extenderé en ello, pero antes quisiera
decir unas palabras en general sobre la fachada.
» Vamos a combinar en ella dos elementos, el
inglés victoriano, tan querido por mí, poco pensado para este clima. Su estilo es
adecuado para el frio y la humedad de mi tierra, pero no para la cálida Murcia.
Habría que adecuarlo con elementos de aquí. Por tanto si bien tendrá un porche
y una tarima, el porche no estará cubierto por pizarra o por otro material que
atraiga el sol, multiplicando su efecto, sino por una frondosa parra. De manera
que en invierno deje pasar el sol, en verano nos regales su fresca sombra y al
final de ese tiempo nos de unos copiosos racimos de uva. Además, próximo a ella
y alrededor, habrá varias filas de moreras que también den fresco en verano y
en su tiempo permitan a los labradores criar el gusano de seda con el que
contribuir a su manutención con su venta, como algo añadido a las justas
peonadas, o en su caso al usufructo de la tierra que, en un cabal porcentaje
les corresponda.
» Otra
idea clave es la integración de la antigua torre en un todo armónico con la
nueva. Las alturas de las plantas y las líneas de los suelos en la nueva
construcción se corresponderán con las de la antigua torre. De forma que
interiormente se recorra cada planta sin escaleras ni otra solución de
continuidad visible. De esta manera ambas construcciones tendrán dos plantas
además de la buhardilla, en el caso de la nueva, que irá anexada a la segunda
planta de la antigua.
» Los
colores también se han estudiado para que constituya un todo armónico: blanco
en la torre blanca de estilo murciano-alicantino, y rojo almagra y ocre amarillo
en la nueva, para que de esta manera constituya un homenaje a nuestra tierra, a
la que ya considero mía.
» Habrá amplias y estilizadas ventanas, con visillos que permitirán ver con discreción desde las estancias y ofrezcan salida a un balcón corrido. Balcón de la primera planta que es porche de la principal, sostenido por estilizadas columnas de hierro forjado, primicia de la escuela del Félix y de su maestro de París. Ello, así como las tarimas, los frontones y arquitrabes de madera en las sobreventanas, constituirán los elementos que caractericen y definan el estilo victoriano de la mansión. Contribuirá a ello también la capilla neogótica, igualmente aportación del Señor Young. Todo ello, en conjunto, constituirán esa imagen que queremos que sea una característica y un signo de esta parte de la comarca y de la región.
» Tuve
una entrevista. Fue absolutamente satisfactoria. Como con el resto de
entrevistados, todo he de decirlo. Pero lo que me convenció fue cuando me dijo que
ganó el concurso para el monumento al obispo de Cádiz Fray Domingo de Silos. Para
lo cual tuvo que trabajar en La Carraca con el forjador inglés Pedro Cauley,
irlandés, quien participó en la forja del bajo relieve para el monumento a Nelson,
en Trafalgar Square. Eso además de ser una importante referencia facilita las
cosas, sabe inglés y en todo caso sabe relacionarse con alguien de cultura
inglesa. Eso sería útil para entenderse con los Young. Para el beneficio del
trabajo es algofundamental.
» Sobre
los medallones de Ana de Poitiers y de Francisco I, que adornen la fachada de
la mansión de la Torre Caradoc de Murcia, he de decir que en el futuro todo el que
vea esas obras no podrá por menos que, a su vista, inclinarse ante su belleza en
sí, pero sobre todo ante la belleza de la reproducción de los rasgos humanos de
los representados, sobre todo de ella, de la señora de Poictiers. Deben
reflejar su personalidad tal como la concebimos, y en el caso de Diana, el espíritu
de mi amada, de manera que la obra sea fiel a la belleza de Joaquina, que no
envidia en nada a la de la amada del rey, ni a la de la diosa cazadora, reproducidas
en mil obras de arte desde la antigüedad.
Don
Juan, como a estas alturas Caradoc es ya conocido en Murcia, hace una pausa
para respirar profundamente, tomar agua y reanudar su exordio a esta parte de
su discurso con renovadas energías.
− La Historia nos dice que oficialmente Diana de
Poitiers era amante del rey Enrique II, con gran poder y ascendencia sobre él,
y así está reconocido por todos los estudiosos de la ciencia histórica. Esto no
es incompatible con lo que sostienen algunos y lo que yo mismo, por mis
lecturas, he podido comprobar. Un diplomático ha de conocer a fondo la dinámica
de los hechos históricos, sobre todo los que marcan el devenir de los grandes países
que han influido en el mundo. Y el reino de Francia es uno de los más importantes,
como España, o Inglaterra. Diana antes
que de Enrique fue amanta de su padre Francisco, quien sólo la superaba en 5 años.
Coincidiendo además con que esta etapa era la de su mayor belleza y esplendor,
como lo confirman los retratos de la época. Ese amor no obstante se fundaba en dos causas:
Por un lado, la belleza de Diana, que ejercía fascinación entre los hombres,
envidia entre las mujeres de su época y admiración y era motivo de desafío entre
los artistas, que se disputaban representarla en pinturas y esculturas. Por
otro lado, el amor de Francisco tuvo como motivo la capacidad de Diana para
comprenderle en sus problemas de gobierno y para ayudarle y apoyarle en su
resolución, con juicios sorprendentes por lo acertados. Es lo que todo hombre
con responsabilidades espera de su compañera: Un apoyo y no un problema. Para mí,
Joaquina ha sido eso mismo en grado sumo, pero es que además, a ella, le debo lo
que ahora soy. Ni la torre ni lo que yo pueda tener u ofrecer tendría sentido sin
ella. Yo hubiera perecido entre las pesadillas y las fiebres de la malaria, sin
fuerzas ni ánimos para superarlos. Ella me dio ese aliento. Por tanto, la obra
que les propongo debe ser un homenaje a Joaquina en la figura de Diana y del papel
y la influencia que ejerció con Francisco. Un homenaje que sea la admiración de
las gentes que pasen por aquí y las que en un futuro admiren esa obra.
Caradoc echa mano de sus notas.
− Francisco I nació en septiembre de 1494,
cinco años antes que Diana de Poitiers, que lo hizo en septiembre de 1499, y
murió en 1547, cuando Henri, que nació
el 31 de marzo de 1519, tenía treinta años. Y Diane de Poitiers 48
. Era más que una amante, era una madre para él.
» En estas carpetas pueden ver láminas con las que
me he hecho en mis pasos y estancias por las capitales europeas, sobre todo en
París. Pueden ver reproducciones del Maestro de la Escuela de Fontainebleau, de Alexandre-Évariste Fragonard, de las que se
pueden ver en el castillo de Anet, la preciosa Diane de Poitiers de Philippe Mercier, la de Jean Capassin
» Pero esto no es nada. Lo cierto es que en la época
de Francisco I y posteriormente en la de Enrique II, Diana tiene gran ascendencia
en la política y en la economía de Francia, construyéndose para su uso y para
sus actividades el palacio de Anet, a 24 leguas de Fonteneblau y a la mitad de
Paris. En él, como mecenas, Diana reúne a una gran cantidad de pintores y
escultores y da lugar a una gran cantidad de obras que inmortalizan su belleza,
entre ellas la más notable es la escultura en forma de fuente conocida como Diana
de Anet, que se conserva en el Louvre. El autor original es desconocido, pero
la ejecución de la obra es del escultor Pierre-Nicolas Beauvallet. Si
nos remontamos al origen primero, esta escultura tiene predecesor y parecido con
la que se dice que fue su inspiradora, el relieve de Cellini conocido como La
ninfa de Fontainebleau. De ahí que la Diana de Anet también se atribuya a
Cellini.
» Vean si no incluso el parecido físico con Joaquina
−Dice mientras extiende la lámina ante ellos− Éste será el modelo que utilizaremos
para los medallones de aquí y para los que seguramente haremos en Bayona bajo
la dirección del maestro Albano.
Los que deseen ahora leerlas pueden adquirirlas a traves de Amazon y de otroa distribuidores online, así como en las librerías Diego Marín, de Murcia, Librería Centro de Cartagena o Carlín de Mazarrón.



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