Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2017

Capítulo 8. Un café de cante en Cartagena (fragmento)

El juego se consuma y se repite varias veces en una larga noche. Ella agradece en su fuero interno que no se trate de ese hombre que entiende este tipo de encuentros como una manifestación de superioridad y, como mínimo, exige una posición de entrega y de sumisión casi obscena moralmente, valga la precisión, o que a veces llega al trato de palabra con insultos y menosprecios, con conductas humillantes, las que a veces llegan al maltrato físico. Esa compenetración propicia, en este caso, una comunicación especial, como evocación o parábola de lo que podría ser una auténtica relación amorosa. La situación se ve favorecida por las caricias del oficial, sus miradas, sus halagos y sus palabras de agradecimiento por el placer proporcionado. En ese clima Julián no puede evitar la pregunta: - ¿Y cómo una mujer como tú, tan bella y tan gentil, de tan buenas maneras y con tanto tacto y sensibilidad ha venido a dar en un sitio como éste? Ella le explica su pasado de hamb...

Capítulo 7.- Joaquina Plana Riquelme

Noviembre de 1823 Joaquina ha pasado toda la mañana al lado del cadáver de su padre, Pepe Plana Ortiz, junto a su madre Josefina Riquelme Soler. A pesar de sus nueve años de edad percibe el alcance de lo que sucede. De vez en cuando le aborda la idea de que no verá más al que ha sido protector y referencia para ella. Y eso le hace llorar sin ruido, apenas con sollozos. La pobreza y la vida en precario ha mantenido unida a la familia. La atribución de responsabilidades que le han hecho para  la atención a sus hermanos menores, es la segunda y son seis en total, ha forjado una unión natural entre sus padres, sus hermanos y ella. Atribución que ha asumido como algo necesario y natural. El vínculo con su padre se ha producido, por una parte, como la necesidad de protección en un entorno duro y adverso, en el que no siempre se tenía ni lo elemental para el sustento, y por otra parte como consecuencia del roce cotidiano, de las palabras, los gestos o las caricias que consti...

Capítulo 6.- Isabel II

Para salvar las vergüenzas del gobierno, la Reina ha sancionado el nombramiento de Lord Howden como su ministro en Madrid Con estas palabras la Reina Victoria comunica a Lord John Russell, primer ministro a la sazón y abuelo de Bertrand Russell, su placet sobre el nombramiento de Caradoc como embajador en Madrid el 27 de abril de 1850. Si bien a continuación manifiesta que no tiene total confianza en que él pueda afrontar la compleja situación de intrigas que en ese momento reina en ese país. No obstante, en cualquier caso, tiene su apoyo. Lo dice con estas palabras extraída de la carta: (…) aunque no lo considere como una persona con la impronta personal necesaria para afrontar todo espíritu de Intriga, que en todo momento y ahora en particular es tan necesaria en España. No obstante debe pedir una vez más a lord John que vea a  la Reina como alguien a quien se puede dirigir  abiertamente y con la consideración debida. Esta desconfianza va a result...

Capítulo 5.- 16 de agosto de 1854

A sus 36 años Carlos Marx vive en Londres, se gana la vida como corresponsal en Europa del  New York Daily Tribune. Esta mañana salió de su casa en el 26 de Dean Street para dirigirse a la Oficina Central de Telégrafos, la CTO, en la esquina Newgate Street y Le Grant de St Martin. Allí envió su crónica. Cada vez que lo hace se toma la mañana, con la tranquilidad que le da el hecho de que, pase lo que pase, el trabajo es irreversible. Toca pues tomarse un respiro y una pinta de cerveza en Glassblower, donde tiene la costumbre de hacerlo, tras un largo paseo por la orilla del río. Pasear con el poco fresco de la mañana es lo único que puede paliar en Londres el pútrido ambiente de un agosto especialmente caluroso como el de 1854, donde los pozos negros han proliferado y la escasez de agua hace que viertan con todo su pestilencia al río. El hacerlo por la orilla tiene ese problema pero es peor hacerlo por las callejuelas de esa parte de la ciudad donde el ambiente se espesa aún má...

Capítulo 4.- 30 de julio de 1847

El general Juan Manuel de Rosas pasea en una soleada mañana de invierno austral, lo hace abrigado con un recio capote azul marino protegido de la humedad fría tan propia de esos meses en Buenos Aires. Lo hace por la parte que da a la espalda del Fuerte de San Miguel Arcángel [1] . El tibio sol de la mañana en  la playa, al amparo de la fortaleza, es de las pocas cosas que pueden aliviar la sensación incómoda  que trasmite la humedad de la bruma que hasta hace poco cubría la arena. Lo necesita para aliviar el helor que le penetra hasta los huesos y le entumece hasta las ideas. A lo lejos se vislumbran las siluetas de los barcos franceses que quedan de lo que ha sido el bloqueo del estuario de la Plata. En su soledad y a unos metros, los convenientes para no sentir que invaden su espacio, caminan discretos sus escoltas, cuya indumentaria compuesta por poncho, bombachas y chambergo de ala corta, no los distingue de unos compadres de pulpería. El general puede meditar sobre su...

Capítulo 3.- Ekaterina, Princesa de Bagration. Esposa, espía y mujer emancipada

Febrero de 1859 Caradoc está convaleciente de las fiebres que le han tenido postrado desde el verano anterior. Aún de vez en cuando siente el miedo que provoca el recuerdo de haber estado en una situación tan cercana a su muerte, con el azar o con Dios en el fiel de la balanza que le hubiera enviado a un sitio o al otro. Todavía le hacen consciente de ello los retortijones, ahora leves, que siente en su bajo vientre. Ahora le ha dado uno. Espera un poco para ver si es solamente un recuerdo, y aliviado observa que poco a poco el dolor se diluye. Pero el miedo quedó como algo grabado, por la dureza de la experiencia pasada, a sus genes, a sus reacciones y a sus instintos más primarios. Recuerda el periodo de París como uno de los más turbulentos de su vida. Allí es tal su fama que le llaman ' le beau  Caradoc'. Era famosa su buena apariencia y su poder de seducción entre las damas de la alta sociedad parisina. Un petimetre llamado Charles Percy trasmitió esta fama en ...

Capítulo 2 (fragmento).- Noviembre de 1977

El libro Caradoc está disponible en Amazon, se distribuye en Internet y en librerías. A partir de ahora, para no crear duplicidades con la versión completa, sólo publicaré en este blog, y en los demás de este proyecto, aquellos fragmentos que crea más interesantes, o que guarden alguna unidad. Es una mañana, casi madrugada, de un frío y húmero día de Noviembre, Juan García Torres,  que no ha dormido en toda la noche, corre todo lo que le da de sí su ciclomotor Derbi, viejo y trucado a escape libre, por la Ronda Oeste. La velocidad no es mucha, unos 60 kilómetros por hora, pero el armazón del ciclomotor cascado, con las ruedas desequilibradas, el motor suelto y el chasis mal encajado, junto con los fallos intermitentes del carburador debido a una bujía en mal estado, hacen que la sensación de velocidad corra pareja con la certeza del riesgo. El estómago vacío junto con la media docena de porros consumidos en las últimas 36 horas no contribuye a mejorar las cosas. A...